Cuando un niño o niña deja de sentirse seguro y apoyado por su entorno, comienza a experimentar un gran temor.
Cuando un niño o niña deja de sentirse seguro y apoyado por su entorno, comienza a experimentar un gran temor.
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Por Dentro

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Niños en entornos violentos sufren afectaciones cognitivas y emocionales

Con manifestaciones como autolesiones, pensamientos suicidas o agresión.

Las niñas y niños que viven en territorios de violencia o conflicto pueden sufrir alteraciones graves en su desarrollo cognitivo y en su control emocional, advirtió este lunes la organización Save the Children.

En un comunicado difundido en Ciudad de México, la institución aseveró que cuando un niño o niña deja de sentirse seguro y apoyado por su entorno, comienza a experimentar un gran temor y se generan trastornos como el estrés tóxico, que ocurre cuando padece altos niveles de ansiedad durante su primera etapa de desarrollo.

De no recibir la atención necesaria, ello puede tener consecuencias graves en su desarrollo cognitivo y en su control emocional, con manifestaciones como autolesiones, pensamientos suicidas o agresión.

En ocasiones, estas situaciones pueden afectar la salud física, mental y psicosocial de la niña o niño durante toda su vida.

En México, explicó María Josefina Menéndez, directora general de Save The Children México, actualmente mueren a diario cuatro niños y adolescentes a causa de la violencia.

"Esta cifra pone en evidencia que la posibilidad de que un niño sea asesinado en México es mucho mayor que en países en conflicto armado como Palestina o Siria", aseveró.

Indicó que el grupo de edad más vulnerable es el de adolescentes entre 12 y 17 años, que representa 78 % del total de defunciones.

Por otra parte, la niñez vive situaciones de estrés desde el ámbito familiar, ya que se estima que 6 de cada 10 niñas y niños en México experimentan métodos de crianza violentos como golpes, humillaciones o insultos.

Destacó que las formas de crianza violentas provocan desde daños a la autoestima de niñas y niños hasta lesiones físicas que pueden tener implicaciones de por vida.

Otra cifra que preocupa a la organización son las niñas, niños y adolescentes víctimas de desaparición.

De acuerdo con datos del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2007 a abril de 2018, el número de personas entre 0 y 19 años que sufrieron desaparición fue de 8.195, sin que a la fecha se cuente con información clara sobre su paradero.

Otra problemática es el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte del crimen organizado, ya que se estima que al menos 30.000 menores de edad están en esta situación en México.

Del mismo modo, la organización alertó sobre el incremento de violencia de género hacia las niñas, pues tan solo entre 2015 y septiembre de 2018 se registraron 225 feminicidios de menores de 18 años.

En este mismo periodo, se han registrado 13.752 denuncias por lesiones dolosas hacia niñas menores de 18 años, es decir lesiones que han sido ocasionadas intencionalmente y que les han dejado consecuencias graves en sus vidas.

Además se tiene registrado que solo en 2017, 10.000 niñas entre 10 y 14 años de edad se convirtieron en madres a causa de abusos sexuales.

Ante este panorama, el organismo realizó la primera movilización nacional en defensa de la salud mental y protección de la niñez, con la que lanzó un llamado al Gobierno mexicano para mejorar los mecanismos de investigación, medición y procesamiento de datos relacionados con la violencia hacia niñas y niños.

También le pide fortalecer las políticas en prevención y protección de violencia hacia la niñez, garantizar recursos económicos para el Sistema Nacional de Protección de niñas, Niños y Adolescentes, y cumplir con la recomendación 148.82 del examen periódico universal de la ONU en materia de protección a la niñez vinculada a la delincuencia organizada.

EFE

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